Quiero despertar una de estas mañanas frías y no pensar más en lo que pasó ni en lo que pudo haber pasado,
el pensar no ayuda en nada.
Un sueño no basta para alcanzar la felicidad.
Nuestro mayor pecado es dejarnos engañar,
deberían fusilarnos a todos por nuestra estúpida ingenuidad.
Una sonrisa falsa, una mirada perturbadora, una palabra sin sentido, una persona sin alma ni corazón brilla más para nuestros hechizados ojos.
Eliminamos defectos y maximizamos sus virtudes,
ya envuelto en un aura celestial nos conformamos con adorarlo de lejos
y saben que es lo más gracioso???
que ese ser que se presenta sin alma ni corazón ante nosotros, también tiene su musa inalcanzable, su castigadora personal que lo hace cometer mil locuras y lo humaniza, lo baja del pedestal que le creamos para llorar por su propio amor - castigo.
Es un círculo vicioso... el juego pendejo de la vida