miércoles, 18 de mayo de 2011

Mensaje a una extraña


Hoy quiero escribirte a ti. No me conoces ni yo te conozco y la verdad ni deseo hacerlo. Pero quiero pedirte un favor muy grande a ti Griselda,Grimanesa, Gertrudis, Hermenegilda o como te llames(no sé bien como es ,sólo sé que suena un poco raro, sorry).Estés donde estés, si algún día lees este blog, espero que entiendas lo que hoy escribo y me concedas el favor que te pido.
Olvida tu orgullo un momento. Retrocede, vuelve tus pasos por el sendero del pasado y camina hacia ese hogar que un día formaste, al lado de una persona maravillosa. No sé lo que pasaste. No sé si fue amor-odio lo que tuvieron.Pero te pido: Regresa. Regresa con él, perdona todo y pidele miles de veces perdón.Y luego cuando las heridas esten sanadas, olviden todo y vuelvan a amarse como un día lo hicieron.
Cuando ya estés con él, no cometan los mismos errores, aprendan del ayer. Cuando estés con él, por favor engriélo mucho, es un lindo niño grande, te va hacer fácil lo que te pido porque es imposible no engreirlo.Demuestrale con un beso lo que sientes y abrazalo cuando lo necesite. No lo cambies, lo maravilloso de él es ser como es. Por favor no lo cambies.
Cuando este furioso con la gente, con el trabajo o con la vida, no avives la hoguera de su furia, apágala, calmalo, dale tranquilidad que es lo que necesita. Cuando venga a contarte alguna nueva idea o proyecto que se le ocurrió en su desvelo, no lo frenes con dudas, alientalo.Es grandioso verlo entusiasmado y si tu lo apoyas y lo ayudas, él podrá conquistar el mundo.
Cuando llegue cansado del trabajo acercate a su lado y sin decir nada alivia su tensión con un masaje.Cuando este confundido, aclara sus dudas. Cuando quiera caminar, no te niegues y ve con él.
Pero el favor más grande que hoy te pido es que lo ames. Amalo mucho. Amalo más que a tu vida.Porque él merece ser feliz.

domingo, 15 de mayo de 2011

Más tiempo


Algunas veces he escuchado a jóvenes enamorados pedir que el tiempo se detenga cuando están juntos, que ese beso dure más tiempo. Como dice una canción huachafa "dejame un beso que me dure hasta el lunes", sólo comiendo algo más fuerte que atún no?, bueh en fin. Pedir que el tiempo se detenga. Yo viví un amor bonito y no le pedía al reloj que no marcara las horas. Claro que quería quedarme más rato a su lado pero no quería que el tiempo parara, porque sabía, creía o fantaseaba que al día siguiente estaría de nuevo a su lado, que habría otro beso apasionado, otro abrazo complice, que volvería a verlo y que el mañana sería tan bonito como lo era el hoy. Y que aún con los años lo bonito no acabaría. Y sé que nadie creerá que uno puede sentirse así con tan poquito tiempo de enamorados. Que nadie puede enamorarse tan fuerte con tan solo unos días, pero sucede.Aunque usted no lo crea...de ripley.Y es que cuando te das cuenta que tú puedes ser la calma que su vida necesita y él la dosis de locura que tu vida pide. Cuando encuentras el que puede ser amigo-amante.Que importan los días. Cuando deseas envejecer a su lado, y escucharlo hablar hasta que oscurezca, besarlo cada segundo hasta que tus sentidos se descontrolen y no puedas frenarlos. Cuando lo abrazas fuerte y sabes que es él a quien esperabas en tu vida(aunque lo hayas retado alguna vez por tu tardanza) Cuando caminas por horas y das muchas vueltas, sin parar, sin cansarte y sin que te entreguen los $200 por jugar monopoly. Cuando el canta la canción que no escuchabas por mucho tiempo.Cuando ves el vídeo de su "vergüenza". Cuando hablas con él, lo miras, lo besas, lo abrazas, lo tocas...y te das cuenta que era él. Cuando vives todo eso.Cómo no decir que estás enamorada. Cuando vives todo eso, es cuando te das cuenta que lo amas

jueves, 12 de mayo de 2011

Hola Soledad


Parecerá raro y hasta loco pero desde hace una semana atrás no dejo de ver a mi abuelo, mi querido abuelo que murió hace 5 años y 8 meses. Lo veo en la calle, en el carro, en el señor que lee los titulares de los periódicos colgados en algún kiosco, subiendo la escalera de algún puente peatonal. Lo veo serio, otras cansado. Y me preguntaba por qué. Le conté a una amiga y toda tarada me dijo “Ha venido a llevarte”. Pero después de ayer creo saber porque tanto momento raro. Caminando sin rumbo, con la cabeza en otros tiempos más dulces, me topé con un anciano, sentado en las gradas de una casa. Llorando, llorando sin control, llorando con amargura, llorando con tristeza, llorando sin consuelo. La gente pasaba sin decirle nada, mirándolo extrañados, con lastima y hasta con una cierta mirada de burla. Y me hizo recordar mi tristeza. Me hizo verme a mi misma sin necesidad de un espejo. Con una decisión que aún me sorprende, le pregunté que le pasaba. Y mirándome como un cachorrito herido, en pocos segundos me lo contó todo y yo me senté a su lado. Para resumir lo que le pasaba, su tristeza tenía un nombre: “La Soledad” y me di con la ingrata sorpresa que ni aún con los años uno se acostumbra a estar solo. Mirándolo, miraba mi destino. Y ya antes me había hecho a la idea de estar sola, de envejecer sola y no me preocupaba. Pero ahora me doy cuenta que la soledad duele, yo lastimo y no soy buena compañera. Y tengo miedo. Creo que porque hace poco más de una semana, había descartado la idea de una vida en soledad. Y me gustaba pensar que la alegría de esos días duraría una vida entera. Que amanecería protegida de un abrazo, un beso, que viendo una película hasta tarde nos quedaríamos dormidos hasta que despertar para amarnos un poco más de lo que ya nos amábamos. Jamás se ha deseado a alguien como esa persona me hizo desearla. Unos pocos días para aprender a quererlo, a desearlo, a amarlo, a pensarlo y ahora a extrañarlo. Extrañar el tiempo juntos, extrañar sus locuras, extrañar los momentos que fantaseábamos con un futuro juntos. Pero la soledad toca apurada, descontrolada y te pincha el globo de la felicidad antes de que puedas jugar con el. Y ahora me aterra verla en mi cuarto, sonriendo cachosamente, pareciendo decirme: “de nuevo juntas”. Y si la soledad soy yo, como decirme a mi misma que no quiero mi compañía. Que quiero otra cosa. Que quiero que me devuelva lo que me quitó.
Quizás dentro de unos años (si vivo para contarlo) con arrugas en mi rostro, en la puerta de mi casa o en la banca de algún parque, llore sin consuelo (casi tan fuerte como ahora) pase algún muchacho y mi llanto lo detenga, porque al verme se dará cuenta que tenemos algo que nos hace ser iguales: El dolor de la soledad.

miércoles, 11 de mayo de 2011

La chispa adecuada

muy buena canción

Fecha de caducidad


¿Has escuchado que para comprar un producto primero debes fijarte bien en la fecha de caducidad? Pero sean francos cuántos de ustedes lo hacen? ¿Van al súper y pacientemente toman unos segundos más para voltear el producto y revisar si está pasado o pronto vencerá y ya no servirá? Es poco probable que lo hagan
¿Por qué comienzo con tanta pastrulada este posteo? Creo que hoy desperté más pastrula que nunca, o que hay algunas dudas que ni el gogglear las resuelve. Y es que hoy me di cuenta que hay amores que nacen con la fecha de caducidad impresa, y lo peor de todo es que lo sabemos y no nos importa.
Y no me refiero a que tienes en mente que hay cosas que no duran para siempre y que en algún momento todo ese romance terminará. No, no es eso, me refiero a cuando sabes perfectamente que ese amor tan bonito, tan lindo que has aceptado comenzar tiene fecha y hora marcada para terminar.
Pero aún así en tu momento de mayor arrojo, de valentía o de mayor estupidez aceptas y te entregas de lleno. Porque quieres sentir que por una vez fuiste amiga de la felicidad, porque aún cuando acabe todo y los recuerdos te acompañen, quieres poder decir que fuiste dueña de un amor bonito. Y es entonces que la fecha de caducidad importa un bledo. Qué importa que vaya a durar poco si vas a experimentar por un momento lo que es bello. Entonces tus dudas bajan un poco su volumen para dejarte escuchar el sonido de tu celular, que te anuncia un nuevo mensaje. Y mientras lo lees y dices: “que atorrante”. Te das cuenta que la visa de tu cariño ya fue finalmente entregada.
(Algo profético fue este posteo)

Maestra vida camara


Se acuerdan de esa escena de Harry Potter,donde el director de Hogwards, Dumbledore, tomaba su varita mágica apuntaba a su sien y arrancaba un recuerdo de su cabeza, para luego colocarlo en una especie de fuente? Nosotros deberíamos tener esa habilidad y poder arrancar aquellos recuerdos que nos hacen daño, ponerlos en un lugar seguro y continuar con nuestras vidas.Pero la vida no es fácil.La vida castiga.Será que a la vida nadie le avisó que aquello de "la letra con sangre entra"ya se quedó en la época de las cavernas?que no señor no nos puede ni debe estar enseñándonos las cosas a golpes, ni lastimarnos, ni pisotearnos cuando se le da la gana, sólo para decirnos con su tonito burlón "es para que aprendas" ¿Para aprender qué? que todo es una mierda? o que nacimos para ser pera de boxeo? no, no y no alzo mi voz de protesta en el acto. Pero el ministerio de educación atenderá mi queja de que la vida es una pésima maestra y que sus lecciones de valiosas no tienen nada.Sólo son dolorosas y nos dejan heridas en el alma.